REFLEXIONES

 

ANÁLISIS DE UNA CLASE

 

    La clase seleccionada para este análisis, fue realizada en la asignatura de Ciencias Naturales, donde el objetivo de la clase era que los estudiantes identificarán la ubicación de algunas partes del cuerpo, como: el corazón, pulmones, estómago. Esta clase venia a presentar la nueva unidad, por lo tanto, se apuntó a activar los conocimientos previos de los estudiantes, y a su vez verificar los conocimientos con los que contaban los estudiantes, despejando aquellos que fuesen erróneos, y ampliar estos.

    Las fortalezas identificadas  en esta clase, se dieron de la siguiente manera: se planifico la clase considerando las características de aprendizajes, por eso se comenzó por aquello que los estudiantes conocían, activando sus conocimientos previos, en el momento que se les pide, por medio de una actividad grupal, que ellos plasmaran aquellos órganos que conocían del cuerpo humano, de su cuerpo; se dio la instancia para trabajar colaborativamente por medio de equipos de trabajo y guiados por la docente; fue una estrategia que apuntaba a presentar los contenidos de manera progresiva, de los más conocido, y menos complejo, ya que se fue abordando la discusión colectiva desde el corazón, y así motivando e involucrando de manera progresiva en la clase; se innovó en cuanto a la clase, ya que fue una instancia novedosa y diferente a comparación a lo que hacen ellos normalmente en las clases de Ciencias naturales, las que, por general, están apuntadas a transcribir y adoptar un rol más bien pasivo, por lo tanto, el hecho que salieran al patio y trabajarán de manera grupal, fue motivador y atractivo para los estudiantes, se fomento por parte del docente la indagación, aspecto fundamental fomentado durante la clase, al ser un trabajo colectivo, ya que ellos debían analizar en sus experiencias y en ocasiones poner más atención a lo que percibían de ellos mismos, buscado o descubriendo los órganos de su cuerpo, por lo tanto, propicio que ellos adoptarán un papel protagónico; se dio la instancia para realizar una metacognición con ellos, de ir más allá de lo que sabían por medio de la discusión generada, una vez realizada la actividad de diagnóstico.

    Las debilidades detectadas en esta clase, fueron aquellas en ocasionas falto más conocimiento acerca del tema, mayor dominio del tiempo, quizás la actividad de diagnóstico fue demasiada extensa, ya que los estudiantes, normalmente, las clases son dirigidas netamente por el docente, expositivas.

    Las oportunidades evidenciadas fueron que la clase se dio de manera en que el estudiante debía ser el protagonista, su rol era activo y ellos así lo sintieron, del hecho en que sus experiencias en la base de todo lo que vendría (lo que se evidencio en las clases posteriores); la clase fue desarrollada sin la profesora titular, lo cual dio la instancia que la clase se fuera dando sin interrupciones de parte de ella, y hubiera un manejo de la conducta por parte mía.

    Las amenazas detectadas, se dieron en aquellas ocasiones en que los estudiantes más conflictivos no siguieran las indicaciones de la actividad diagnóstica, como cando debieron salir al patio a trabajo, hecho que provoco que alguno quisieran hacer otra cosas o escapándose de la actividad.

    Esta clase, al ser diagnóstica dio la oportunidad de constatar de manera frecuente las experiencias de los estudiantes, por medio de preguntas guiadas. Al realizar una detección de los órganos que conocían de su cuerpo por medio de un dibujo, permitió evaluar sus conocimientos errados y de ellos crear una nueva instancia de aprendizaje.

 

 

Análisis de la intervención

 

    Al inicio de este proceso se evidenció, a partir de la observación, que existía un grupo de estudiantes que frente a las distintas tareas presentadas por la profesora jefe, estos no la concluían, y presentaban distintos estados de ansiedad. Una vez realizada esta observación se procedió a tomar una evaluación diagnóstica (Véase en anexo A) que  permitiera dilucidar los niveles de logro (ver anexo E) en las habilidades previas de la lectura de los estudiantes del segundo año B, la cual estaba basada en la Prueba de Alfabetización Inicial (PAI) propuesta por los autores Villalón y Rolla citado en Bravo (2006).

    Los resultados de los estudiantes con desempeño inicial en la evaluación diagnóstica se situaron entre un 8% y un 33% de logro en el ítem de conciencia fonológica, es decir, que de un 100% de los estudiantes evaluados un 37% de ellos no evidencia un desarrollo de dicha  habilidad. Es por lo anterior, que este porcentaje significativo toma el lugar de un nuevo 100%, de los cuales 67% de ellos son escogidos para participar activamente en el taller, el 33% restante no califica dentro del perfil de estudiantes a trabajar, ya que, cuentan con necesidades educativas especiales, las que son tratadas por el equipo de integración, estos niños y niñas no deben ser sobre intervenidos a petición del centro educativo.

    Los resultados de la muestra, en la evaluación final del proceso, revelan que el promedio de logro corresponde a un 90%, de los cuales un 80% se posicionó en el nivel avanzado y solo un 20% en el nivel inicial. El análisis que se realiza frente a estos resultados va de la mano con la asistencia regular al taller, por lo que se puede afirmar lo siguiente: aquellos que acudieron de manera permanente, lograron desarrollar la conciencia fonológica silábica y acercarse de manera más consciente y familiar a la lectura, habilidad que por medio del diagnóstico no se presentaba en su pleno desarrollo. De los 10 estudiantes, es decir, el 100%, que ingresaron al taller en un nivel inicial, el 80% tuvo asistencia completa, y de este,  un 100% se identificó en un nivel avanzado, obteniendo un promedio de logro de la evaluación entre un 98% y 100%. Un 20% obtuvo entre un 50% y 55% manteniéndose en un nivel inicial; este porcentaje corresponde a los estudiantes que asistieron de forma irregular al taller y aquellos que desertaron.

    Por lo cual, en la evaluación final se manifestó un pleno desarrollo de la habilidad, es así, como en el ítem de segmentación y síntesis de palabras el porcentaje de logro es de un 100%, en el ítem Identificación de rimas en palabras es de un 100%, en omisión de sílaba final el logro es de un 83%, en omisión de sílaba inicial es de un 79%, y finalmente en el ítem desafíos el promedio de logro es de un 80% (véase anexo D). Es importante destacar que los estudiantes de asistencia completa obtuvieron logros de entre un 98% y 100%, presentándose como avanzados en la totalidad de la evaluación (véase anexo D), de esos estudiantes un 88% se encuentra leyendo, lo que no era el objetivo del taller, pero que se vio favorecido por este; mientras que los estudiantes que no asistieron de forma regular no pudieron desarrollar las tareas de los tres últimos ítems, obteniendo en su mayoría un 0% de logro, en donde la operación solicitada consistía en combinar y manipular sílabas.

    Es así, que se evidencia plenamente, que además de haber desarrollado esta habilidad, estos estudiantes a verse enfrentados a tareas propuestas por la docente titular, estos demuestran mayor confianza en sí mismos y a su vez se evidencia con mayores herramientas.

    Al elaborar un panorama global del grupos intervenido, se puede decir que la habilidad desarrollada durante el transcurso del taller es que estos estudiantes actualmente tienen desarrollada la habilidad. Si bien el taller no apuntaba a concluir que los estudiantes culminarán leyendo, esta instancia fue un umbral al proceso lector. En cuanto a las potencialidades, se ven reflejadas al momento de presentas a través de tareas de comprensión, ya que al tener conciencia de la relación fonema grafema, permite al estudiantes a centrarse a comprender lo que están leyendo. Las debilidades se ven observadas en aquellos estudiantes que por motivos como deserción, no observa la habilidad de conciencia fonológica silábica al momento de enfrentarse a la lectura; y se observan menos seguros de su trabajo en la sala de clases.

    A partir de este panorama global del grupo intervenido, es que se sugiere para el grupo avanzado (80% avanzados) se siga reforzando durante las clases el refuerzo de esta habilidad, por medio de actividades extra para cada estudiante, y a su vez reforzar positivamente su trabajo en el aula. Mientras que para el grupo identificado como inicial (20% iniciales) se sugiere, reforzar por medio de tareas como las planteadas  en el taller, el desarrollo de la habilidad, durante las horas de Lenguaje y Comunicación, siempre que no se interfieran en el proceso pedagógico diario.

 

 

REFLEXIÓN GENERAL SOBRE EL QUEHACER DOCENTE

 

    Al culminar el proceso de práctica profesional fue una instancia totalmente de aprendizaje, de ver los errores y aprender de ellos, de reflexionar acerca de cómo en contexto de pobreza de todas maneras se dan instancias auténticas de aprendizaje; que el hecho de que los estudiantes provengan de familias con pocos recursos no es una limitante para lograr aprendizajes, sino que en ocasiones no son los estudiantes aquellos que son amenaza al quehacer pedagógico, sino que la falta de comunicación y bajas expectativas hacia los estudiantes de parte de los docentes y asistentes de la educación son la real amenaza a que el proceso no se dé de manera adecuada. Para esta reflexión final, se tomará como referencia el Marco para la Buena Enseñanza, en cuanto a las interrogantes a las que apunta esta guía: ¿Qué es necesario saber?¿Qué es necesario saber hacer? Y ¿Cuán bien se debe hacer? o ¿cuán bien se está haciendo?. Para ello se tomará como referencia el dominio D, sobre las responsabilidades profesionales. Los elementos que componen este dominio están asociados a las responsabilidades profesionales del profesor en cuanto su principal propósito y compromiso es contribuir a que todos los alumnos aprendan.

    En primera instancia el criterio D.1 manifiesta que el profesor reflexiona sistemáticamente sobre su práctica, gracias a las instancias que se presentaron a lo largo del año, de estar a cargo del curso, me permitieron constantemente reflexionar críticamente de mi labor dentro del aula, de ver mis errores como una oportunidad de aprendizaje y de ver aquello que no quiero realizar en mis quehaceres futuros.

    Las relaciones personales que se generaron fueron pocas, pero de buena calidad y de aporte a mis prácticas, ya sea con mi profesora guía hasta con mis compañeras de proceso. Sin embargo, a pesar de no existir mayor relación con los demás docente del establecimiento, cuando existía era con la mejor disposición y respeto frente a lo planteado.

    Mis responsabilidades frente a la orientación de los estudiantes, fue siempre potenciar aquello en que eran mejor, sin dejar de lado otros aspecto. Siempre creí que ellos podrían realizar lo que ellos se propusieran, propiciando que sus expectativas hacia sí mismos fueran más altas; fomentado valores universales, haciéndolos reflexionar acerca de lo importante es que se respeten y respeten a los demás tanto dentro del aula como fuera.

    Las relaciones con los apoderados siempre fue de colaboración frente a los aprendizajes de sus hijos, de informarlos acerca de lo bien que progresaban o lo que ocurría en la sala de clases. Y finalmente, hacerlos partícipes del proceso, y de hacerles ver lo importante que ellos participen en él.

    El responsabilidad del docente estar siempre actualizado con todo lo que respecta a políticas en cuanto a nuestra profesión, ya que estas permite conseguir las de los establecimientos, y por supuesto personales.

    Frente a esta reflexión solo me queda decir que siempre se ha tratado de llevar a cabo, y de dar la máxima importancia a cada punto mencionado anteriormente; de que exista una constante crítica constructiva hacia mi quehacer pedagógico, darme cuenta que ser docente fue la mejor decisión que he tomado en mi vida, y que cada esfuerzo que se deba hacer día a día será porque es la lo que me motiva a estar presente en el desarrollo de la vida de una persona.